icono de facebook icono de instagram    687 95 25 39 icono de email xavieralonsoribas@psicologobcn.es
Reserva cita Regístrate

¿Por qué procrastinamos? Las trampas mentales que sabotean nuestros objetivos

imagen de una mujer cansada

¿Te sucede algunas veces que te propones iniciar una actividad como estudiar o empezar a escribir, y unas horas más tarde descubres que viste todos los videos sobre gatos o hiciste scroll en redes sociales durante horas, pero no avanzaste nada en tus objetivos?

¿Todo empezó con “solo cinco minutos”, ¿no?


¿POR QUÉ SOMOS NUESTROS PROPIOS ENEMIGOS?


Podríamos definir la procrastinación como el acto consciente de postergar una acción que nos habíamos propuesto realizar. Algunos lo interpretan como una falta de esfuerzo o de voluntad, pero en realidad tiene matices distintos. El perezoso no tiene interés en realizar la acción; a menudo se siente empujado por la presión externa a hacer cosas que preferiría evitar. En cambio, el procrastinador sí tiene un objetivo que quiere lograr y es consciente de las acciones que debe llevar a cabo para alcanzarlo, aunque eso le genere sentimientos de malestar y ansiedad. Nuestro cerebro tiende a evitar lo que genera incomodidad emocional, buscando el alivio inmediato. Sin embargo, a diferencia del perezoso, el procrastinador vive una lucha interna entre el deseo de alcanzar sus metas y el impulso de aplazar las conductas que lo acercan a ellas.


¿POR QUÉ PROCRASTINAMOS?


Por qué nos ponemos trampas en el camino hacia nuestras metas? Existen distintos factores psicológicos que nos empujan a posponer las acciones, pero todos tienen en común un intento de la mente por esquivar las emociones desagradables. Eso tiene que ver con nuestro sistema de recompensa: nuestro cerebro tiende a preferir gratificaciones inmediatas, como una notificación en redes sociales, antes que el esfuerzo a largo plazo.


MECANISMOS PSICOLÓGICOS QUE NOS LLEVAN A PROCRASTINAR:


1.Miedo al fracaso: Si percibimos que una tarea es muy complicada o sentimos que nuestros recursos son limitados para afrontarla con garantías de éxito, podríamos caer en la tentación de aplazarla para evitar un posible fracaso. Buscamos un momento futuro en el que nos sintamos más seguros.
2.Perfeccionismo: Si aspiramos a un resultado excelente, con un nivel de exigencia elevado y una necesidad excesiva de control, podemos experimentar frustración o parálisis. Sentir que nunca será suficiente nos lleva a posponer la acción. Irónicamente, cuanto más perfecto queremos que sea, más difícil se vuelve empezar.
3. Preferencia por la gratificación inmediata: Para lograr nuestros objetivos, muchas veces tenemos que atravesar etapas poco placenteras. Cuando sobrevaloramos la gratificación inmediata, tendemos a evitar todo aquello que no nos brinde satisfacción en el presente.


¿Tienes alguna duda o pregunta?

Deja un comentario con tu pregunta y contactaré contigo lo antes posible.

CONTACTA AHORA